José María de la Torre
El doctor José María de la Torre, quien es miembro del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, explica que se trata de "un ambicioso proyecto con grandes implicaciones prácticas" y destaca que "dado que la gran mayoría de estenosis aórticas se detectan cuando aparecen los síntomas y el daño cardiaco ya es avanzado, el reto de la investigación se centra en poder detectar la gravedad de la enfermedad antes de que surjan los primeros síntomas y aplicar el correspondiente tratamiento cuando no se han producido daños en otras estructuras cardiacas".
Junto con José María De la Torre, que también pertenece al grupo de investigación cardiovascular del IDIVAL, este trabajo cuenta con la colaboración de la Obra Social La Caixa y está coordinado por la doctora Gabriela Veiga, que es miembro también del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla; y el doctor Elazer Edelman, que es cardiólogo y director del Instituto de Ingeniería Médica y Ciencia (MIT) de Harvard (Estados Unidos).
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria pone en valor "este tipo de iniciativas de internacionalización del sector sanitario de Cantabria, considerando que estas acciones que se desarrollan con el apoyo del IDIVAL repercuten de forma positiva en la calidad de la atención sanitaria y deben ser promovidas como estrategias de futuro".
Estrategias de tratamiento
Este proyecto, desarrollado bajo el título 'La caracterización integrada para la estenosis aórtica calcificada cambiará las estrategias de tratamiento', tiene su precedente en un estudio piloto que, por primera vez, mostró cómo el diagnóstico con técnicas no invasivas permite identificar diferentes perfiles hemodinámicos que se correlacionan con diferentes grados de beneficio clínico tras el recambio valvular aórtico por catéter.La estenosis aórtica calcificada representa en los países desarrollados la tercera enfermedad cardiovascular más frecuente, después de la patología coronaria y la hipertensión arterial, con una prevalencia del 0,4 por ciento en la población general y del 1,7 por ciento entre las personas mayores de 65 años.