Para ello, los Servicios de Ginecología y Obstetricia, el de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor, y Angiología y Cirugía Vascular y Endovascular, junto con Pediatría y con la participación de Enfermería, llevaron a cabo días atrás una intervención quirúrgica que permitió a una madre dar a luz a su hija en un parto de alto riesgo, y tras el cual tanto la madre como la pequeña se encuentran en perfecto estado.
El acretismo placentario consiste en una fuerte adhesión de la placenta en la pared del útero, lo que conlleva un elevado riesgo de sangrado en el parto que podía poner en peligro la vida de la madre y del bebé. Desde el Servicio de Ginecología y Obstetricia, que hizo el seguimiento del embarazo y coordinado el trabajo multidisciplinar en este parto, señalan que la atención a esta patología gineco-obstétrica resulta "todo un desafío, siendo cada vez más frecuente y presentando importantes dificultades en su diagnóstico y su manejo clínico".
Tasa de complicaciones
El acretismo placentario puede traer consigo una elevada tasa de complicaciones tanto para la madre como para el feto relacionadas con el sangrado masivo que puede ocasionar y que se relaciona con problemas de coagulación, fallo de órganos e incluso la muerte fetal o materna.Por todo ello, los especialistas subrayan que "un pronto diagnóstico de este problema resulta fundamental". La jefa del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario de Guadalajara, la doctora María Jesús Cancelo, resalta "la pericia del equipo de ecografía ginecológica, representado por la doctora Ana Zamora, que sospecharon que podía existir este problema al comenzar el segundo trimestre de gestación, lo que permitió iniciar el control exhaustivo durante la gestación y programar el momento del parto".