Además, "de seguir este cierre de la espita de no darnos lo que es nuestro", el Gobierno cántabro se plantea retirarse de los organismos y comisiones en las que participan el Estado y las autonomías, a la vista del "trato de favor" que otras regiones "desleales" tienen en comparación con una comunidad "seria, responsable, de gente honrada y que cumple sus obligaciones".
Esta advertencia la realizó el presidente de la región, Miguel Ángel Revilla, que junto con la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, compareció para denunciar la "operación de castigo" a la que, a su juicio, el Gobierno presidido por Mariano Rajoy está sometiendo a Cantabria y a los cántabros.
Una deuda de 50 millones
Miguel Ángel Revilla y Eva Díaz Tezanos insistieron en que el Estado adeuda a la región más de 50 millones correspondientes a la financiación del Hospital de Valdecilla, 16 de la implantación de la LOMCE, 16,5 del convenio para el desarrollo del campus Comillas y 34 del sistema de dependencia, "cantidades con las que Cantabria hubiera cumplido el objetivo de déficit y no se plantearía los ajustes que ahora se verá obligada a realizar", agrega la Administración regional."Lejos de pagar lo adeudado, el Estado ha apremiado a Cantabria a realizar ajustes en sus cuentas si quiere recibir financiación del FLA, sin la cual la comunidad está abocada a incumplir el pago a proveedores", añaden desde el Ejecutivo autonómico.
"Tras las elecciones, cambia el Gobierno y empiezan a actuar sectariamente en contra de este Gobierno y de los ciudadanos de Cantabria", sentenció Díaz Tezanos, quien además, calificó de "sainete" y "de insulto a los cántabros" el comportamiento de los responsables del PP de Cantabria, en relación con la financiación de Valdecilla, "primero diciendo que no hay un euro y ante el aluvión de críticas, convenciéndonos de que había sido un error y que igual que en 2016 se pagarían vía enmienda".