Los resultados del proyecto ‘RRSSalud’, que ha analizado la difusión de bulos de salud a través de las redes sociales en España durante la pandemia, se han presentado en un acto celebrado en la Fundación BBVA, han puesto de manifiesto que las aplicaciones móviles de mensajería o redes sociales cerradas son las principales difusoras de bulos, sobre todo WhatsApp, que se ha revelado como la plataforma donde se diseminan más noticias falsas y se ha revelado que un mecanismo de engaño habitual en los bulos de salud es a ‘autoridad ampliada’, cuando se citan fuentes científicas o médicas, pero en realidad no son expertos en el asunto que se comunica y se realizan afirmaciones sobre una disciplina distinta de la que domina. Los investigadores estudiaron también los mecanismos cognitivos que hacen a los ciudadanos más vulnerables a los bulos, como los sesgos de sobreconfianza (“a mí nadie me engaña”), de confirmación (creer selectivamente lo que encaja con nuestras creencias), o de “subirse al carro” (aceptar de manera acrítica la opinión mayoritaria). “Combatir la desinformación también es cosa de todos”, afirmó Ramón Salaverría, catedrático de periodismo de la Universidad de Navarra e investigador principal del proyecto RRSSalud - La difusión de noticias falsas sobre salud en redes sociales, realizado con una Ayuda a Equipos de Investigación Científica de la Fundación BBVA.
