El pasado viernes, 23 de octubre, el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia (ICOMV) se reunió con la Consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, a quien la presidenta del Colegio, la Dra. Mercedes Hurtado, y el vicepresidente, el Dr. Pedro Ibor, le trasladaron la oposición del ICOMV a que se imponga el valenciano como requisito obligatorio para trabajar en la sanidad valenciana. Desde el Colegio se entiende que haya que favorecer que el médico hable valenciano, pero esto debe facilitarse a través de la formación continuada en los distintos centros y no obligando a que se obtenga un título que certifique el grado de conocimiento lingüístico. El ICOMV durante muchos años ha ofrecido cursos de valenciano a sus colegiados, y lo sigue contemplando dentro de su plan de docencia en pro de la formación continuada de los médicos y de la correcta comunicación médico-paciente; sin embargo, defiende que el valenciano tiene que ser un mérito, nunca un requisito. Por su parte, desde la Conselleria se mostró su intención de que se establezca “una regulación específica para sanidad y diferenciada del resto de la función pública” y se tranquilizó al colectivo médico explicando que el derecho a la salud y a la atención sanitaria primará sobre la capacitación lingüística.
La presidenta y el vicepresidente del ICOMV con la consellera de Justicia
