Al término del acto de entrega de los premios del Consejo General de Farmacéuticos, los asistentes no ocultaron su sorpresa ni se ahorraron comentarios sobre la intervención de la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, pues fue deslavazada y un tanto confusa, como si se hubiera visto descolocada por las críticas realizadas por el presidente del Consejo de Farmacéuticos tanto al Real Decreto sobre el NodoFarna del SNS para el control de fármacos aprobado en el último Consejo de Ministros como sobre el Plan del Ministerio para potenciar el uso de los medicamentos genéricos y biosimilares. La ministra trató de justificar ambas medidas para lo que, sobre todo en relación con la segunda, llegó a decir que el gasto farmacéutico público en España era el 24 por ciento del gasto sanitario del SNS. Y sin que se sepa porqué, apuntó en relación con el control de los medicamentos la desaparición del cupón precinto y, en consecuencia, la pérdida de uno de los principales papeles de los colegios de farmacéuticos. De todos modos, y a juzgar por los comentarios en todos los corrillos, casi nadie, o nadie, supo interpretar a qué venía tales comentarios. Hubiera sido mejor que hubiera leído lo que tenía preparado para el acto.