
Boston Medical Group, empresa especializada en salud sexual masculina, informa de que los expertos sexuales están empezando a tener en cuenta la adicción a la pornografía como una de las causas de que cada vez más hombres de entre 18 y 30 años sin ninguna enfermedad tengan problemas de erección. Según expone, en los últimos 15 años ha surgido una tendencia que ha coincidido con la eclosión de la pornografía en la web. Cada vez más menores de 30 años que no padecen diabetes ni enfermedades cardiológicas están llevando a cabo tratamientos contra la Disfunción Eréctil, una de cuyas causas atribuyen los expertos del sector a la adicción a la pornografía. A diferencia del analógico, el porno actual es más persuasivo porque presenta elementos innovadores, provocando más estimulación sexual y, por tanto, más dependencia a sus contenidos. Un consumo excesivo de este material provoca cambios en el cerebro, ya que altera la dopamina, creando mayor resistencia a la misma y a la pérdida de muchos receptores en las células nerviosas. Al igual que la dependencia de las drogas, el cuerpo y el cerebro necesitan una mayor dosis de porno para poder sentir lo mismo que la primera vez.