El consumo de frutos secos no produce aumento de peso, a pesar de su alta densidad energética y contenido de grasa, e incluso puede estar asociado con una disminución de las medidas de adiposidad, según ponen de manifiesto los resultados de un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores liderado por el grupo del CIBEROBN de la Unidad de Nutrición Humana del Instituto de Investigación de la Universidad Rovira Virgili (URV‐IISPV), en colaboración con la Unidad de Ensayos Clínicos y Síntesis del Conocimiento 3D y la Universidad de Medicina de Toronto (Canadá), publicado recientemente en la revista científica Obesity Reviews. El presente trabajo muestra que los frutos secos en cantidades recomendadas no producen aumento de peso o incluso su consumo se asocia con una disminución de las medidas de adiposidad. Los frutos secos han sido recomendados por las guías dietéticas y de práctica clínica para la diabetes y la salud cardiovascular, tanto solos o como parte de patrones dietéticos como la dieta mediterránea, la dieta Portfolio y la dieta DASH, entre otros. Además, este tipo de alimentos han recibido varias declaraciones de propiedades de salud en todo el mundo sugiriendo que el consumo diario de aproximadamente 30‐45 gramos al día puede tener beneficios para la salud. “A pesar de estas recomendaciones, apunta el investigador principal del CIBEROBN, Jordi Salas, “se mantiene la preocupación entre los consumidores de que los frutos secos pueden contribuir al aumento de peso debido a su alta densidad energética y contenido de grasa, registrándose en todo el mundo un consumo de frutos secos por debajo de las cantidades que se recomiendan para obtener beneficios para la salud”. Y, dado que el consumo de frutos secos es muy bajo en todo el mundo, según Stephanie Nishi, primera autora de este estudio, “los frutos secos se pueden recomendar libremente sin que exista la preocupación de que puedan contribuir al aumento de peso, al igual que se hace con otros alimentos saludables para el corazón, como es el caso de las frutas y verduras”.
Stephanie Nishi y Jordi Salas
