Juan Pablo Núñez

Apunte del día

La 'Voxexplosión' en Andalucía

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Nuestro analista político se refiere a los resultados de las recién celebradas en Andalucía no sólo como un cambio en esta comunidad, sino como un auténtico revulsivo en el mapa del resto del Estado.

Las elecciones de Andalucía en 2018 estarán siempre ligadas a la irrupción de Vox en el parlamentarismo español. Parece que el proceso independentista catalán ha estado muy presente en las mesas electorales del sur. El resultado en Andalucía es un adelanto aumentado de lo vaticinado para las elecciones europeas. Todos los análisis esperaban un resultado favorable para Vox en mayo, pero las expectativas abiertas después del resultado actual son absolutamente nuevas, Tanto en las europeas como en las (inminentes) elecciones generales.

Hay un nuevo panorama para el PP. Nunca, hasta ahora, los populares habían necesitado navegar con espejo retrovisor a ambos lados, derecha e izquierda. La irrupción de Ciudadanos en la esfera nacional le supuso un estrechamiento de su espacio; la explosión de Vox en estas elecciones disminuirá aún más su espacio político.

Los dos partidos que han aumentado sus parlamentarios en Andalucía han sido Ciudadanos y Vox. Son los partidos que han manifestado de forma más nítida su posición de nacionalismo español. Los balcones que colocaron la bandera han votado en Andalucía. La defensa de la territorialidad tiene ahora tres intérpretes, tres sensibilidades: la del PP, la de Ciudadanos y la nueva de Vox. El gobierno de Sánchez tendrá que reflexionar si la política de templar gaitas con el independentismo catalán le ha pasado factura en las urnas andaluzas. La muy audaz política de Sánchez puede verse afectada por el extraño efecto boomerang del fracaso de Susana Díaz en estas autonómicas.
Nuevo esquema partidario
La entrada de Vox en el mapa de partidos es el segundo ajuste del esquema partidario creado en la transición, tras la desaparición de UCD. La crisis de 2009 originó la aparición de Podemos y el desembarco de Ciudadanos en la esfera nacional. La posterior crisis institucional evidenciada con la abdicación del anterior monarca, el juicio de Gürtel con sus derivaciones, los casos de corrupción en Andalucía y, sobre todo, el ataque a la integridad territorial del Estado por parte de los independentistas catalanes, han facilitado un nuevo ajuste al reparto de los escaños en los parlamentos. El nuevo partido va a ganar visibilidad de cara a las nuevas elecciones municipales, autonómicas y europeas. La financiación pública va a favorecer que esa visibilidad se transforme en muchos concejales y diputados autonómicos.

El período electoral no ha hecho nada más que empezar. De aquí a mayo veremos al gobierno nacional atarse al palo mayor, intentar aguantar todos los temporales y retrasar al máximo la cita electoral.

Los votantes andaluces, ya sea por la confianza en que los resultados de las encuestas del CIS garantizaban la continuidad del PSOE, o bien por el hartazgo tras 40 años de gobierno socialista, han decidido de forma colectiva cerrar un período histórico. En este caso el terremoto del sur amenaza con tener réplicas en el resto de territorios.

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