Juan Pablo Núñez

Apunte del día

El colapso de las urgencias en Madrid es el resultado de la política del PP

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Las urgencias de los hospitales madrileños vuelven a estar saturadas ofreciendo un espectáculo deshumanizado e incompatible con una atención sanitaria digna y de calidad y, como suele suceder en estos casos, los responsables sanitarios se desentienden de un problema que en gran parte han creado ellos.

¿Por qué se produce esta saturación de las urgencias en Madrid?. Las causas, por supuesto, son múltiples, pero las más importantes de ellas son responsabilidad de la política de recortes y privatizaciones que ha protagonizado la Consejería de Sanidad, y que se podrían concretar en:
  • Disminución continuada de las camas hospitalarias de la región (3,17/1000 habitantes frente a 3,30 del conjunto de las CCAA y 5,5 en la UE) y que siguen disminuyendo (197 camas menos en 2017...). Además con un porcentaje menor de camas funcionantes que el promedio del país (87,73% versus 89,88%) y, por supuesto, menor en los centros públicos que en los privados (85,62 versus 91,17%), lo que hace que, en los momentos de mayor demanda, los enfermos que deben ser ingresados permanezcan retenidos en urgencias en condiciones inapropiadas. (Conviene recordar que la Comunidad de Madrid abrió 11 hospitales nuevos con un endeudamiento desmesurado y disminuyendo las camas hospitalarias, un Record Guinnes mundial).
  • Insuficiencia de camas de media y larga estancia (0,15 camas/1000 habitantes en Madrid frente a 0,35 en España y 1,1 en la UE), situación que no se ha paliado pese a las reiteradas promesas (por ejemplo, hace dos años que se prometió convertir el antiguo hospital de Puerta de Hierro en un centro de media y larga estancia sin que se haya hecho nada al respecto). Esta situación produce bloqueos de camas en los hospitales que deberían estar disponibles para ingresos de casos agudos.
  • Privatización en aumento, lo que deteriora los presupuestos de los centros públicos y aumenta los costes de la atención sanitaria tal y como ha señalado la Cámara de Cuentas. (Aunque el presupuesto sanitario de atención especializada crece en la Comunidad de Madrid, este crecimiento va dirigido a los centros privatizados y los centros de gestión tradicional sufren recorte tras recorte).
  • Realización de obras en varios centros hospitalarios públicos que han disminuido aún más el número de camas utilizables; obras que se han iniciado en octubre de este año, en lugar de abril/mayo que es cuando empieza a descender la demanda hospitalaria. (Es bien conocido que el verano es el momento ideal para las obras en los centros sanitarios). Probablemente para que la Consejería pudiera realizar las inauguraciones antes del inicio de la campaña electoral.
  • Desmantelamiento de la Atención Primaria, que se concreta en una continuada disminución presupuestaria, ya que ha pasado del 12,67% del presupuesto sanitario de la Comunidad en 2010 al 10,71% previsto para 2019. Lógicamente el resultado es un aumento del número de TSI por profesional sanitario, colocándose a la cabeza de todas las CCAA, y consecuentemente un aumento de las demoras en las citas de AP que pueden alcanzar fácilmente una semana, ó 10 y más días. Obviamente, en los aumentos de demanda asistencial (la temporada de invierno), la gran presión desborda la capacidad de la AP y los usuarios se quedan con acudir a urgencias como la única alternativa de atención sanitaria pública.
  • Inactividad ante los problemas de contaminación medioambiental de la región por parte del gobierno de la Comunidad, siendo conocido que los incrementos de contaminación coinciden con aumentos de la demanda de atención sanitaria.
Todo ello ha provocado un aumento de las urgencias hospitalarias de la región (un 24,67% entre 2010 y 2016 frente al 13,65% del conjunto de las CCAA), que además sufren también los recortes de personal que han repercutido en todos los centros públicos de la región.

En resumen, estamos ante el resultado de una gestión incompetente de la Consejería de Sanidad, sólo preocupada en privatizar y deteriorar la Sanidad Pública, y ante el vergonzoso espectáculo (un año mas) de culpar a la climatología y a los virus de lo que sólo es el resultado de una política sanitaria empeñada en recortar, deteriorar, privatizar y desmantelar la Sanidad Pública. Como acaba de verse, ya ni siquiera en el PP creen en la capacidad de los actuales responsables de la Comunidad de hacerse cargo de la gestión.