Rita Puig
Durante este tiempo, los farmacéuticos de Atención Primaria colaboraron con los profesionales sanitarios de los equipos del primer nivel asistencial para el suministro de información sobre las mejores alternativas de tratamiento según los diferentes perfiles de población y patología, contribuyendo a asegurar la continuidad farmacoterapéutica.
"Se recomienda valorar la necesidad del medicamento y, en caso necesario, tras evaluación de beneficio-riesgo, llevar a cabo el cambio a inhibidores de la bomba de protones (IBP), como omeprazol. En caso de querer mantener un anti-H2, hay que valorar la famotidina. En todo caso, es importante recordar que los distintos trabajos publicados hasta la fecha muestran una superioridad de los IBP en la prevención de la lesión gastrointestinal inducida por AINE, una de las principales indicaciones de estos fármacos, en comparación con los anti-H2", explica Rita Puig, que es farmacéutica de Atención Primaria de Vallcarca-Sant Gervasi, en Barcelona, y miembro de SEFAP.
Mediante la coordinación con los equipos de Atención Primaria, los farmacéuticos de este ámbito están intentando trasladar también a la población "un mensaje adaptado y comprensible" con el objetivo de contribuir a difundir "una información unificada de rigor, que no genere alarmas innecesarias y siempre en el sentido de orientar a los pacientes a que nunca hay que dejar el medicamento sin haber consultado antes con su médico, ya que el cambio de fármaco no es urgente".
Reactivos de laboratorio
Las N-nitrosaminas son compuestos químicos utilizados como reactivos de laboratorio, ya sea como antioxidantes en la industria cosmética, como aditivos para lubricantes, o en la producción de combustible para cohetes. Además de como reactivos, pueden aparecer también como producto de la reacción química de una amina (nitrógeno e hidrógeno) con nitritos (nitrógeno y oxígeno).Este último caso explica la aparición de impurezas en alimentos cárnicos, productos procesados, algunas hortalizas y verduras, en el agua, en el tabaco y en los medicamentos, a los que seguramente llegan por contaminación de los equipos de fabricación o por reactivos contaminados. En todo caso, ya sea por ingestión involuntaria o por encontrarse en aditivos y conservantes de los alimentos de la dieta, los nitritos son ingeridos con frecuencia por los humanos, habiéndose calculado un consumo diario mínimo de entre 83 y 100 miligramos por individuo.
"La AEMPS somete a controles de calidad a los laboratorios fabricantes, tanto de los principios activos como de los medicamentos, e interviene de forma inmediata ante cualquier problema de calidad que se detecte, llegando a ordenar la retirada del medicamento del mercado cuando existe un riesgo para la salud. Estos controles exhaustivos del producto están dirigidos a proteger la salud del ciudadano y son los que han llevado hasta la retirada de los medicamentos que contienen ranitidina vía oral por el principio de precaución y protección", señaló esta miembro de SEFAP.