El Consejo Farmacéutico recuerda la importancia de la adherencia a los tratamientos en psoriasis

En el Día Mundial de esta enfermedad

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Con motivo del Día Mundial de la Psoriasis y de la Artritis Psoriásica, que este año tiene el lema 'Estar informado' y que se celebra este jueves, 29 de octubre, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha recordado la importancia de la adherencia a los tratamientos en esta enfermedad, en la publicación de su Punto Farmacológico número 146.

La psoriasis es una patología crónica, autoinmune, dolorosa y no transmisible que afecta a más de 125 millones de personas en todo el mundo, y a más de 1,2 millones en España. Aunque se desconoce su causa exacta, su manifestación más habitual son lesiones cutáneas en forma de placas rojizas de tamaño y grosor variable, recubiertas de escamas que pueden picar, doler, agrietarse e incluso sangrar, siendo sus localizaciones más frecuentes codos y rodillas, la zona sacra o el cuero cabelludo.

Asimismo, aunque no dispone de cura, el tratamiento de la psoriasis progresó mucho en los últimos años, gracias, entre otros, al desarrollo de fármacos biológicos que permiten un control adecuado de la enfermedad en sus formas más graves. El objetivo principal siempre es mantener la piel libre de lesiones durante el máximo tiempo posible o conseguir que remitan.
Problemas terapéuticos
Uno de los principales problemas terapéuticos de la psoriasis es la falta de adherencia de los pacientes a los tratamientos prescritos, que incluso en casos moderados y graves solo alcanza el 40 por ciento al cabo de un año. Hay evidencia de que intervenciones basadas en una adecuada educación sanitaria pueden incrementar "notablemente" la proporción de pacientes adherentes, hasta niveles superiores al 80 por ciento, en comparación con la no intervención.

En el seguimiento de esta patología, el CGCOF subraya que "el farmacéutico, además de velar por el uso seguro y eficaz de los medicamentos, es el profesional sanitario de referencia para recomendar medidas higiénicas y de estilo de vida en el día a día del paciente". A su vez, remarca que "el farmacéutico, como educador sanitario, puede recomendar hábitos higiénico-sanitarios que aseguran el bienestar cutáneo, contribuyen al eficaz tratamiento y a la prevención de brotes".