
Para el presidente de SEFAP, Ángel Mataix, “estos datos demuestran la necesidad de que exista un control específico desde la Atención Primaria que optimice los tratamientos farmacológicos y el uso racional de los medicamentos, sea cual sea el origen de la prescripción”.
Ángel Mataix considera que esta especialidad es "el centro del sistema" y donde se gestiona el historial farmacoterapéutico de los pacientes. "Por esta razón, tiene los recursos y profesionales necesarios para coordinar a los diferentes ámbitos asistenciales, como son la atención hospitalaria y la comunitaria”, asegura. Esta tarea de coordinación debe realizarse conjuntamente entre los farmacéuticos de Atención Primaria, los profesionales de la Enfermería y los médicos de este mismo nivel asistencial, que son los que, en última instancia, asumen la responsabilidad del tratamiento.
Valorar al paciente de forma integral
Tal como explica el máximo representante de SEFAP, “cuando, por ejemplo, a un paciente le recetan en un centro hospitalario público o privado un medicamento que ha de tomar porque ha tenido un infarto, es necesario valorar al paciente de manera integral y no sólo desde la perspectiva de una especialidad hospitalaria porque, probablemente, el mismo paciente ya tome otras medicaciones”.Una vez superada la situación que le ha llevado al hospital, el médico y el farmacéutico de Atención Primaria deben hacer una valoración con base en el historial farmacoterapéutico del paciente para asegurar que los medicamentos que va a tomar son los más adecuados para su situación, con especial atención en potenciar su seguridad identificando interacciones, duplicidades de medicamentos y posibles efectos adversos.