
Según Cofano, los aspectos mínimos que se deberían garantizar en el modelo "son el establecimiento de un precio de partida conocido e igual para todos los distribuidores, el desglose del margen del distribuidor y el descuento del laboratorio, si lo hay, y el precio final que paga la farmacia".
Ante la tendencia actual del sector de sustituir las grandes cooperativas regionales por sucursales, la cooperativa farmacéutica cuestiona "las supuestas ventajas del modelo de sucursales". En este contexto, apunta más hacia "la inexistencia de ventajas competitivas objetivas y a establecer una comparación detallada de las condiciones, las ofertas, los servicios y las cuentas de resultados, como alternativa a la aceptación preconcebida de que el más grande debe ser mejor y más barato, idea que, con tanto éxito y por saturación, han difundido sus partidarios y equipos comerciales".
Cofano destaca como principales inconvenientes de la desaparición de las cooperativas, "la falta de transparencia en los precios y el suministro, la incoherencia con el modelo de farmacia y la pérdida de representatividad para los socios". Por otro lado, pone de relieve "el riesgo de endeudamiento, la facilidad de entrada de multinacionales y la asunción por parte de las grandes cooperativas de la representación de las farmacias, constituirían algunos de los peligros que conlleva esta tendencia", concluye.