Cataluña inicia el pilotaje de la red de farmacias centinelas

Vigilarán y monitorizarán medicamentos de especial seguimiento

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15 COF BARCELONA
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Cataluña ha iniciado el pilotaje de la red de farmacias centinelas, a través de la cual 22 oficinas de farmacia barcelonesas trabajarán conjuntamente para aportar información sobre incidentes de seguridad relacionados con el uso de los medicamentos -como por ejemplo el seguimiento específico de determinados medicamentos-, para monitorizar el abuso o el uso recreativo y para obtener datos que se puedan integrar en sistemas de vigilancia de otros profesionales sanitarios.

La iniciativa, impulsada por el Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña y el Departamento de Salud, en coordinación con el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, contempla ayudar a planificar actuaciones específicas de mejora en el uso de los medicamentos en esta comunidad autónoma, a través de estrategias de actuación coordinadas entre las instituciones sanitarias y colegiales. Asimismo, permitirá obtener datos válidos generados por la propia dinámica asistencial, que se podrán integrar en el sistema de vigilancia epidemiológica, facilitando una respuesta más eficaz de los servicios de salud pública.
Áreas de actuación
Según señalan estas instituciones, acorde con las necesidades de salud más prioritarias definidas en función del momento, las farmacias centinelas intervienen en el marco de tres grandes áreas de actuación:  fármacovigilancia, vigilancia epidemiológica y vigilancia de determinadas enfermedades.

La farmacovigilancia estará centrada en la detección, evaluación, conocimiento y prevención de los efectos adversos de los medicamentos. Dentro de este campo, los farmacéuticos tienen como funciones principales seguir las alertas farmacéuticas de desabastecimiento de medicamentos -registrando, por ejemplo, el número de pacientes que pide el medicamento afectado-, así como las alertas de calidad -para garantizar, entre otros, la correcta retirada de los medicamentos en los que se detectaron defectos.

A su vez, son los encargados de notificar una sospecha de reacción adversa a un fármaco, vigilar los medicamentos sujetos a seguimiento adicional -aquellos sobre los que se dispone de menos información, por haberse comercializado recientemente o bien porque la información sobre su uso a largo plazo es limitada-, y seguir la dispensación de la píldora postcoital. En este último caso, la farmacia centinela dispone de un apartado para registrar la dispensación de la píldora del día siguiente para obtener información sobre el perfil de las usuarias y otros condicionantes que también pueden ser utilizados para evaluar y/o mejorar las estrategias del Programa de Anticoncepción de Urgencia de Salud Pública.
Uso desviado de medicamentos
En segundo lugar, los farmacéuticos son los responsables de detectar y registrar la sospecha de abuso o uso desviado de medicamentos con una finalidad no terapéutica. Con esta acción, contribuyen a apoyar al Observatorio de Medicamentos de Abuso (OMA) en su tarea como órgano de vigilancia epidemiológica y también en su estudio del consumo a nivel poblacional.

El tercer ámbito en el que actuarán será en la vigilancia de determinadas enfermedades, que se llevará a cabo una vez haya acabado la prueba piloto. El objetivo es obtener información previa a cualquier diagnóstico para que actúe como complemento de los sistemas de vigilancia tradicionales. Gracias al registro de consultas de pacientes que presentan mismos síntomas, se agilizaría el proceso de identificar nuevas alertas epidemiológicas.

En esta primera fase, el servicio lo imparten los farmacéuticos coordinadores del COF de Barcelona, distribución que garantiza la cobertura de todo el territorio de manera representativa de acuerdo con el número de población potencial atendida. Una vez finalizada la prueba piloto, que durará hasta diciembre, está previsto que la red se extienda a toda Cataluña, teniendo en cuenta siempre que el número de farmacias voluntarias que quieran participar sea proporcional a la estratificación de la población catalana: en principio, se estima que una red como la propuesta tendría que vigilar entre un 2 y 3% de la población, garantizando criterios de equidad territorial y representatividad.