
El condenado fue valorado en triaje y se le indicó que pasara a la sala de espera para ser atendido. Luego, éste descolgó un extintor de fuegos, se coló en una consulta y lo usó para rociar a la médico que en ese momento trabajaba con un paciente con dolores en el pecho y la espalda. La médico y el paciente sufrieron los efectos irritantes y tóxicos de la exposición al líquido de extinción de incendios, picores en la piel y ojos.
Más educación y vigilancia
“Hay que denunciar estos casos. Se está perdiendo mucho el norte en los centros de salud y hospitales donde llegan cada vez más casos de personas, pacientes, que enarbolan sus derechos, pero no conocen sus deberes como ciudadanos. Y el principal de ellos es respetar el trabajo del médico. Cada vez escasea más el actuar en ellos con un mínimo de educación”, lamenta la agredida.El Sindicato Médico de Málaga recuerda que ofrece servicios jurídicos a los facultativos para todo este tipo de casos y que condena "radicalmente" cualquier tipo de agresión verbal o física a los mismos. Además, insiste en la reclamación de que en todos los centros de salud de la provincia también haya vigilantes de seguridad, cámaras y botones antipánico.