
Las crisis más conocidas son las que se acompañan de convulsiones. El niño pierde bruscamente el conocimiento y se producen sacudidas en todo el cuerpo; sin embargo, los especialistas advierten de que existen diversos tipos de epilepsias y de crisis, dependiendo de la zona del cerebro donde se localice la descarga. Según explica el presidente de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), integrada en la AEP, el doctor Ignacio Málaga, “los síntomas ante los que debemos alertarnos y acudir al médico son la aparición de movimientos bruscos, repetitivos o poco habituales, así como periodos breves, segundos generalmente, de desconexión en los que el niño no responde a estímulos”.
Con el fin de ayudar a los padres a saber cómo actuar en el día a día y ofrecer una información tranquilizadora sobre la evolución de la enfermedad, la web EnFamilia de la AEP elaboró, con la colaboración de la SENEP, una serie de artículos sobre la epilepsia. A través de estos, los pediatras aclaran cuáles son los distintos tipos de epilepsia, si bien las recomendaciones generales son similares en casi todos los casos. "Además de mantener un sueño regular y suficiente, es conveniente llevar una vida lo más normal posible, similar a la de restos de niños de su edad, avisar al colegio de la condición del menor, para que conozcan la situación y sepan reaccionar en caso de aparición de crisis y, por supuesto, evitar tóxicos, como el alcohol”, expresa Ignacio Málaga.