
"El consumo excesivo de alcohol o tabaco por parte de los adultos puede hacer que los adolescentes lo perciban como algo normal. Nunca es un buen momento para comenzar con estos hábitos", asegura la secretaria general de esta sociedad científica, la doctora María García- Onieva. De igual manera, añade que "es especialmente importante predicar con el ejemplo a la hora de retirar el móvil o cualquier otro tipo de pantallas de la mesa y prestar atención a las conversaciones con el resto de los miembros de la familia".
Además, la AEP recuerda que es conveniente aprovechar el tiempo libre para fomentar la práctica de actividades en familia y, a ser posible, al aire libre. De esta manera, "podemos iniciar a los adolescentes en la práctica de algún deporte o compartir con ellos el que ya practiquen, favoreciendo así que realicen la hora diaria de ejercicio recomendado. Ir a ver las luces de Navidad, dar un paseo por el campo o una excursión en bici son algunas actividades aeróbicas muy recomendables para practicar en familia", indica María García-Onieva.