La Generalitat de Cataluña ha decidido aplicar nuevas medidas para frenar el crecimiento de la pandemia que avanza sin freno en esta región, impulsada por la variante Ómicrón de la Covid-19, y vuelve al toque de queda.
La portavoz del Gobierno regional, Patrícia Plaja, afirmó que “más allá de incrementar las terceras dosis, se imponen nuevas restricciones. Es necesario, urgente e imprescindible reducir la movilidad y la interacción entre personas que no son grupo burbuja".
Con este objetivo, el Ejecutivo autonómico propone limitar los encuentros a un máximo de 10 personas, implementar nuevamente el toque de queda (desde la 1 y hasta las 6 horas), cerrar el ocio nocturno y reducir los aforos al 50 por ciento en el interior de los establecimientos de restauración, y al 70 por ciento en el caso del comercio, gimnasios y cultura.